miércoles, 31 de marzo de 2010

Para el vicio de explotar, la virtud de proteger


Esta acción se realizó en Worcester hace ya unos meses, pero me ha parecido reseñable y divertida, al menos divertida para mí, pero no tanto para el dueño de la caseta del perro, del coche, de la bici, etc… ¿Y si llueve? Digo que siendo plástico resbalará… Accidente seguro… Mensaje absurdo… O más allá… ¿Cuántos de nosotros iríamos allí SÓLO a explotar burbujitas? Porque sí, ya sé que los japoneses inventaron una maquinita que simulaba esto, pero por favor, no comparemos el placer de ver cómo se agolpa el aire huyendo del pulgar y estalla aleatoriamente, o coger un burruño y retorcerlo cual toalla de Jackie Chan, ¡y a disfrutar!
            En fin, desvaríos personales a parte, me ha encantado la acción, eso sí, puestos a sacar conclusiones, ¿he de pensar que merece más la pena proteger las cosas que a las personas? Yo habría puesto a un par de niños yendo y viniendo envueltos en burbujas, que es más tierno y además puedes correr a achucharles ¡y ver cuántas explotas! Vaya, me pierde el instinto…



  Gracias a Quietglover.

No hay comentarios: